Envejecimiento de las pieles sensibles

La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y está constantemente expuesto a los radicales libres. El proceso de envejecimiento es difícil de controlar pero si intentamos ralentizarlo será beneficioso sobre todo en el caso de las pieles sensibles. Este tipo de cutis agredece los productos naturales ya que no contienen componentes químicos que puedan ocasionarles irritaciones y alergias. La piel sensible es básicamente piel seca que se ha vuelto irritada, excesivamente seca y escamosa. Debemos también tener en cuenta que la fisología de la piel y su aspecto dependen y mucho de una adecuada nutrición. Es recomendable incrementar el consumo de productos ricos en vitamina C: naranjas, kiwis o brócoli, por ser potentes antioxidantes y proteger la piel. Una alimentación rica en betacarotenos: zanahorias, tomate, espinacas o albaricoque, pues protegen de las radiaciones UVA. Tomar vitamina E, incluída en el aceite de oliva o en los frutos secos para proteger el colágeno. Es muy importante aumentar el consumo de ácidos grasos omega 3 y 6 ( pincha aquí para leer nuestro artículo sobre los omega 3 y omega 6) por el beneficio que aportan al organismo y el uso de productos con zinc y magnesio. Los aceites vegetales (pincha en el enlace para ir a nuestro artículo sobre los aceites vegetales) como el de Rosa Mosqueta y el de Argán  son muy buenos para este tipo de piel pues contribuyen a su regeneración, hidratación y protección.