La sudamina es una erupción cutánea causada por la obstrucción de los poros de las glándulas sudoríparas. Es muy común en los primeros meses de vida de los bebés y en niños pequeños. Cuando el bebé no suda en la superficie porque la piel no deja salir el sudor, éste queda retenido, formando pequeños granitos rojos u ocasionalmente diminutas ampollas.
Puede aparecer en cualquier parte del cuerpo. Se manifiesta comúnmente en la frente, las mejillas, los párpados y en ocasiones en la nariz. También la nuca, los brazos y tronco superior si el bebé pasa calor en esas zonas, o en las áreas en que la ropa tapone las glándulas sudoríparas.

Para prevenir la sudamina, podemos seguir estos consejos:
Se debe mantener al bebé fresco y seco cuando el clima está cálido, vestirlo con ropa ligera y suave. La ropa no ha de ser ajustada y ha de estar elaborada preferiblemente de algodón
En estancias cerradas, mantener una temperatura suave sin calor excesivo mediante el uso de aire acondicionado o ventiladores puede ayudar a evaporar la humedad y refrescar al bebé.
Revisar el pañal con frecuencia y cambiarlo en cuanto esté mojado para que no se acumule la humedad ni el calor.
Si el bebé suele sudar mucho y es época calurosa, mejor evitar el uso de talcos, cremas hidratantes y otros ungüentos, ya que tienden a mantener la piel más caliente y obstruyen los poros.
A la hora del baño, para evitar una mayor irritación mejor lavar la piel del bebé sin gel y con agua tibia, no caliente.