Cadena de Favores
Hoy en día, dadas las circunstancias a que nos enfrentamos, el ciudadano debe comprender que todo es más difícil cuando uno está solo. En este contexto, todos poseemos la capacidad de transmitir nuestros conocimientos, nuestros bienes o los servicios que podamos prestar y ponerlos a disposición de quien los necesite.
Así, también podremos recibir este tipo de valores siempre y cuando haya habido alguien que los haya puesto a disposición de la sociedad. Estamos hablando del consumo colaborativo que va ganando terreno y adeptos. Las ideas no faltan: automóviles, pisos, comida, tareas del hogar, jardín, huertos, wifi, servicios varios y toda una gama de propuestas se encuadran dentro de un tipo de consumo en el que se lleva a cabo una estrecha colaboración entre quien ofrece y quien demanda.
En todos los intercambios o interacciones hay un denominador común: la comunicación entre personas en un sistema en el que todos ganan. Cualquier persona puede participar de este consumo y de una economía solidaria basada en el intercambio o trueque de bienes, servicios y conocimientos.