Afrontar la Soledad
Estar solo es un hecho común para todos. No siempre estamos acompañados. Esta experiencia de soledad se puede disfrutar mucho y suele ser muy constructiva. Cuando estamos solos podemos no hacer nada y sentirnos bien, descansar, disfrutar de la naturaleza, tomar sol, caminar, meditar o simplemente hacer lo que nos gusta sin interferencias de otras personas.
Sentirse solos es diferente, porque uno se puede sentir solo también en compañía. El sentimiento de soledad está relacionado con el aislamiento, el no formar parte de algo, no estar incluido en ningún proyecto y entender que a nadie le importamos lo suficiente como para pertenecer a su mundo.
No muchos saben lo que es una verdadera relación y crean vínculos que no lo son. La relación no implica tener a alguien para apoyarse, al contrario, significa interesarse por el otro y comprenderlo tratando de olvidarse de uno mismo. Cuando nos liberamos de las dependencias y nos olvidamos de nosotros mismos aprendemos a vivir, a no tener miedo y a ser libres, accediendo a la posibilidad de una verdadera relación a través de nuestra propia maduración como seres humanos.
La madurez es la capacidad de vivir la vida sin muletas ocasionales, es aprender a hacerse cargo de los propios problemas, reflexionando antes de actuar y haciéndose responsable de las consecuencias de las acciones, sin proyectar los errores en los demás.