Para elegir el cosmético que mejor se adapte a nuestra piel es fundamental conocer cual es el tipo de cutis propio. Por eso, descubre tu tipo de piel, leyendo esta clasificación:

Piel normal: No presenta alteraciones, tiene un aspecto firme, muy suave al tacto, es aterciopelada y elástica. Sus poros son pequeños. En ella la grasa y la humedad están equilibradas.

Piel seca: Su aspecto es ligeramente mate. Es muy fina, pero su tacto es áspero. Es sensible al frío y al contacto con el agua Tras su uso se recomienda tonificar la piel con lociones calmantes y aplicar una crema hidratante.

Piel grasa: Brilla mucho, sus poros están dilatados, su textura es gruesa e irregular Soporta sin problemas los cambios climáticos. Es fundamental limpiar este tipo de piel dos veces al día.

Piel mixta: Es una piel intermedia entre la normal y la grasa. Presenta zonas de piel normal, o incluso seca en las mejillas, y áreas de piel grasa en la zona T (barbilla, nariz y frente).

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